Acueducto de Segovia

 

Obra arquitectónica construida por los romanos en la segunda mitad del siglo I d.C. o principios del siglo II, en Segovia, para suministrar de agua potable a la ciudad a partir del cauce del río Frío, situado a unos 18 km. Supuso la creación de una obra ciclópea urbana de grandiosidad y monumentalidad indescriptibles que se integra en su marco natural adaptándose al terreno. Tiene una longitud de unos 728 m y una altura máxima de 28,50 m, a los que hay que añadir cerca de 6 m de cimientos en el tramo principal. El magnífico monumento se ha mantenido en buen estado de conservación, sin grandes transformaciones, debido, en cierta medida, a la sobrecogedora y misteriosa grandeza de la estructura y al hecho de que, aún en el siglo XX, continúa cumpliendo su función original. La primera gran obra de reconstrucción debió realizarse en tiempos de los Reyes Católicos, cuando se reedificaron 36 arcos respetando al máximo la obra original. En el siglo XVI se reponen en los nichos del pilar central las estatuas de la patrona de Segovia, la Virgen de la Fuencisla, y de San Sebastián. En la actualidad, el estado de deterioro de la piedra por la contaminación atmosférica ha sido tan alarmante que el Estado, con la ayuda de otros organismos nacionales e internacionales, ha tenido que protegerlo mediante un minucioso proceso de restauración.

Bibliografía

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