Escena
de sacrificios humanos entre los aztecas. Miniatura de un códice poscolombino
del siglo XVI, conservado en el Museo de América, en Madrid. Estos sacrificios
respondían a la necesidad de prolongar la vida del Sol proporcionándole grandes
cantidades de sangre humana, el preciado líquido que encierra la energía vital
del hombre. Las víctimas solían ser prisioneros de guerra, aunque no exclusivamente,
y la forma de matar variaba de un dios a otro, pero todas finalizaban del
mismo modo: presentando el corazón del muerto al Sol.
De Historia
Ilustrada de España, vol. 4.: Monarquía e Imperio,
siglos XV-XVI. Ed. Juan Reglá
Campistol. Barcelona: Debate, 1997. p. 120.
Cuchillo azteca usado para el sacrificio humano