Arquitectura, escultura y pintura durante el reinado de Felipe II

La arquitectura de este periodo está marcada por la construcción del complejo monástico y palaciego de San Lorenzo del Escorial, proyectado por Juan Bautista de Toledo y terminado por Juan de Herrera. Fue levantado en conmemoración de la victoria de San Quintín contra los franceses el día de San Lorenzo. El edificio debía ser el símbolo de la nueva alianza entre la monarquía hispana y la divinidad siguiendo el modelo del Templo de Salomón.

La decoración del Escorial también motivó un cambio en el estilo escultórico. Los escultores italianos Leone y Pomeo Leoni introdujeron el trabajo en bronce y temas que no se limitan a lo religioso, sino que incluyen lo cortesano.

La pintura tiene dos vertientes, una religiosa y otra cortesana. La figura más importante de esta época es la de Doménico Teothocopulos (el Greco). Nacido en Creta y formado en Venecia, se estableció en Toledo, donde trabajó la mayor parte de su vida pintando obras religiosas, paisajes y retratos. Es característico de este pintor el alargamiento de las figuras y un uso característico del color.

La música conoce en España una edad de oro en este período. Como en la lírica tradicional, se adoptan letrillas populares que se convierten en canciones de moda en los palacios y en los teatros. Además la música religiosa alcanza cumbres importantísimas en compositores renacentistas que aúnan estilos aprendidos de las tradiciones flamencas e italianas, como Tomás Luis de Vitoria.