La Compañía de Jesús

Durante el Concilio de Trento se lanza una de las órdenes religiosas más influyentes en la transmisión de las doctrinas de la Contrarreforma. La Compañía de Jesús, fundada en 1534 por Ignacio de Loyola, se puso a disposición del Papa para la difusión misionera en todo el mundo de la ortodoxia católica surgida de Trento. Cuenta con una estructuración jerárquica copiada de la organización militar, ideada por su fundador, quien había sido soldado al servicio de Carlos V. Esta orden contó con miembros de gran talla intelectual. Gran parte de su obra se transmitía a través de sus centros educativos. De entre ellos destacó el Colegio Imperial de Madrid para la formación de los herederos de las familias nobles españolas. El voto de fidelidad incondicional al papado puso varias veces a esta orden en contra de los intereses de algunos monarcas absolutistas, lo que motivó su expulsión o disolución varias veces en la historia.