Contrarreforma
Movimiento religioso,
intelectual y político destinado a combatir los efectos de la reforma protestante.
La Contrarreforma tuvo
lugar dentro de la Iglesia católica apostólica romana en los siglos XVI y XVII.
Fue iniciada por el Papa Pablo III. Se centró, principalmente, en reformas en
el funcionamiento de la administración del papado y en las órdenes monásticas.
Uno de sus resultados más directos fue la fundación de nuevas órdenes religiosas,
fundamentalmente la Compañía de Jesús. Estas órdenes desarrollaron una ardiente
predicación del catolicismo, sobre todo en los países convertidos al protestantismo.
Tal vez la actuación
más destacada de Pablo III fue la convocatoria del Concilio de Trento en 1545
para tratar las cuestiones doctrinales y disciplinarias suscitadas por los protestantes.
Actuando a menudo en una difícil alianza con el emperador Carlos V, Pablo III,
como muchos de sus sucesores, no dudó en utilizar tanto medidas diplomáticas
como militares contra los protestantes. Una poderosa corriente represiva, que
empezó hacia 1542, penetró en el propio catolicismo romano cuando se instituyeron
el Índice de Libros Prohibidos y una nueva Inquisición. En España la Inquisición
se convirtió en un instrumento dependiente de la corona, usado con eficacia
por los monarcas españoles, en especial por el rey Felipe II, para asegurarse
la ortodoxia de sus súbditos y suprimir tanto la disidencia política como la
religiosa.
Uno de los objetivos
de la Contrarreforma era la evangelización de los nuevos territorios recién
explorados en el Lejano Oriente y en el norte y sur de América. Por eso se establecieron
escuelas confesionales, donde los jesuitas desempeñaron un destacado papel de
vanguardia.