En
España, como en los otros países europeos, el siglo XVIII experimentó
un deseo de construir palacios. El palacio de verano de Felipe V en San
Idelfonso (llamado afectuosamente "la Granja")
está en las montañas entre Madrid y Segovia y refleja la elegancia cortesana
de Versalles, donde el monarca había crecido.
La fachada elegante, los jardines, y las fuentes sonoras estimulan a los
que buscan el ocio; un contraste fuerte con los muros fríos y el domo
enorme del monasterio-palacio del Escorial que mandó construir Felipe
II. Aquí el domo (del cual sólo se ve la aguja en esta foto) es modesto,
aunque todavía se encuentra en el centro del edificio, a diferencia de
Versalles, donde las habitaciones del rey ocupan
el centro mientras la capilla parece un añadido secundario. Al igual que
en la Ilustración española, el estilo de los Borbones
españoles estaba influenciado por la identidad católica española. |
![]() |