Los reglamentos

Elemento fundamental dentro de las transformaciones económicas introducidas por el reformismo borbónico en América. La transformación del comercio colonial fue uno de los ejes de su programa de innovaciones. Los sucesivos cambios que culminan en el Reglamento de Comercio Libre y Protegido se empiezan a desarrollar en 1765, con la apertura de las islas del Caribe al tráfico directo con nueve puertos españoles. Tras sucesivos y cautelosos pasos, en 1778 se abría camino el Reglamento, con su combinación de libertad y protección. Básicamente, implicó el fin del régimen de puerto único, abriendo al comercio americano un amplio abanico de puertos peninsulares. Sus objetivos fueron muy claros: desarrollar el Imperio como un mercado para los productos españoles y una fuente de materias primas para la industria, eliminar el contrabando y generar ingresos aduaneros. Sin embargo, el Comercio Libre tuvo un desarrollo irregular y discontinuo debido a las interrupciones bélicas y a la lentitud en su extensión, que terminó en 1790 cuando desapareció la Casa de Contratación. El Comercio Libre impuso una fuerte competencia a las producciones americanas, aunque la supresión de restricciones y la aparición de nuevos grupos de interés estimuló el crecimiento de algunos sectores especializados.