Constitución
de 1812.
Aprobada el 19 de marzo de
ese año, fue la primera en la historia de España y una de las primeras del
mundo. Limitaba el
poder absoluto del rey, a cuyo regreso se instauraría una monarquía constitucional
y la división de poderes: el monarca se mantendría a la cabeza del Poder Ejecutivo,
pero el nuevo sistema cedía el Poder Legislativo a un parlamento de cámara
única. Éste era tal vez el aspecto más radical de la constitución: como en
Francia, todos los ciudadanos eran considerados iguales (mientras que en Inglaterra
y los Estados Unidos, otros países donde existía un sistema parlamentario,
la organización bicameral mantenía las distancias entre los notables
y aquellos ciudadanos que solo podían aspirar a la “cámara baja”). En la Constitución
de 1812 se decreta además la libertad de expresión, son abolidas la Inquisición
y las organizaciones que coartaban la libertad de los trabajadores, y se otorga
al Estado el monopolio de recaudar impuestos (compartido hasta entonces con
la Iglesia). La Constitución representaba, por último, un cambio en la definición
de España y de lo español: se hablaba de una nación española, no del
reino. Se diseñaba así un concepto de identidad nacional que
no tenía que ver con la lealtad a una Corona sino con la pertenencia a una
nación. Desde ahora no habría simplemente súbditos del rey, sino españoles.
"La
abolición de la Inquisición" (Manufactura española: pañuelo de seda.
1821. Barcelona, Museo Textil y de la Indumentaria, Colección Rocamora).
El
gobierno español promovió una gran cantidad de imágenes acerca de las medidas
tomadas por las Cortes. No se limitaban a cuadros o representaciones teatrales,
sino que incluían objetos de la vida cotidiana: en este caso, un pañuelo.
El uso de imágenes, celebraciones y textos alusivos como forma de publicitar
y apoyar la actividad del nuevo gobierno había sido muy importante en la Revolución
Francesa y sería empleado intensamente también por las repúblicas de América.
En esta imagen, las fuerzas "oscurantistas" y "reaccionarias"
de la religión son expulsadas por las "banderas de la libertad".