Joaquín Culebras: "La Contienda de los Dioses por el Estado Oriental"

Culebras (España, hacia 1790 [?], Buenos Aires [?], hacia 1874 [?]), fue uno de los incontables artistas que pasaron a América huyendo de las tropas francesas, la guerra napoleónica, o la restauración monárquica, y que hicieron carrera más o menos oscuramente, obligados a demostrar a cada oportunidad su celo republicano y americanista en tiempos de virulenta iberofobia. Su caso muestra cómo incluso un artista popular (Culebras se destacaba, según parece, como actor cómico en las piezas livianas con que solían cerrarse las funciones teatrales), debía servirse de los pesados modelos neoclásicos a fin de cantar las glorias de los nuevos estados. Dado que el énfasis patriótico predominaba sobre toda búsqueda de originalidad, el artista no tuvo problemas en retocar varias veces un mismo texto a fin de utilizarlo primero para el homenaje póstumo a un héroe argentino, luego en honor a la República Argentina y, finalmente, para los festejos del primer aniversario del Estado (hoy República) Oriental del Uruguay. "La Contienda de los Dioses por el estado Oriental" es uno de los disparatados extremos a los que llegó la literatura latinoamericana de la independencia. La loa (pieza teatral breve) canta la disputa de algunos dioses griegos y otras figuras alegóricas por encargarse de la protección del país naciente. Finalmente, todos deciden mudarse del Monte Olimpo a la llanura uruguaya.

Marte -El Estado Oriental es cabalmente
Quien causa, ò Jove, nuestra actual contienda.
Astrea -Cada uno de nosotros a su cargo
Quiere tomar su protección.
Apolo -Yo debo
Sin duda ser su director y guía.
La Paz -Es debidome á mi sola el puesto ilustre.
La Fortuna -La esperanza de honor tan grande, solo
A mi me corresponde.

[Finalmente, Jove (Zeus), decide que todos los inmortales, incluido él mismo, compartirán el honor de velar por el estado.]

Jove -Ni se queje cada uno, ó se despeñe
Del concierto de acción. Jupiter mismo
Su parte tomará; pues un estado
Que va a servir al mundo de consuelo,
De ocupar es muy digno a todo el cielo.
[...]
Venid con migo; y de hoy en adelante
Marte la coste Getica dejando
Febo á Helicon, y todos al Olimpo
El Oriental Estado
Nuestro templo será privilegiado.

FINIS