Guerrilla

 

La guerrilla no es sólo un concepto militar y un fenómeno histórico, sino que tiene además un valor simbólico. Carlos Fuentes (El espejo enterrado, cap. 1), considera, de manera más mítica que realista, que fueron Viriato y los iberos quienes inventaron la guerra de guerrillas, y dice que España fue el “Vietnam del Imperio Romano”. Dirá lo mismo del período napoleónico: “España fue el Vietnam de Napoleón”. Como símbolo, la guerrilla representa generalmente dos cosas. Hay quienes la presentan como una forma de guerra salvaje, inmoral y/o criminal: en vez del enfrentamiento descubierto entre soldados, la guerrilla sería una forma de violencia “sin reglas”. Por otro lado, hay quienes ven la guerrilla como una “guerra del pueblo”: la comunidad no delega la defensa de su seguridad o sus intereses a un grupo (un ejército profesional, por ejemplo), sino que asume esa defensa por sí misma.

Ambas visiones ofrecen una visión ideológica de lo que, en principio, es un procedimiento estratégico -una técnica guerrera como cualquier otra. Sin embargo, tales visiones de la guerrilla reaparecerían con frecuencia en la segunda mitad del siglo XX. En América Latina, incidieron, por ejemplo, en los enfrentamientos entre ejércitos estatales y grupos revolucionarios ocurridos en las décadas de 1950, 60 y 70. El guerrillero más famoso de todos los tiempos, de hecho, es un latinoamericano: Ernesto “Che” Guevara.