Invasión de Portugal
Una de las figuras más importantes del período fue Manuel Godoy, un joven militar de la guardia a
quien Carlos IV nombró Ministro en 1792. Su primera tarea fue una muy delicada:
establecer relaciones diplomáticas con la Revolución Francesa, donde se acababa
de decapitar al rey (algo que para la mentalidad del absolutismo ilustrado
constituía un sacrilegio). Godoy logró establecer y mantener relaciones pacíficas
en un momento en que España no estaba en condiciones de afrontar una nueva
guerra, motivo por el cual recibió el sobrenombre de “príncipe de la paz”.
Como parte de la nueva alianza franco-española, Godoy pactó en noviembre de
1806 una invasión de ambas naciones a Portugal, reservándose al mismo tiempo
sustanciosos beneficios personales.