Arquitecto catalán.
Hijo de una familia artesana, realizó sus estudios en Barcelona, ciudad en la
que está casi toda su obra.
Tras finalizar sus estudios fue encargado de la continuación de la obras del
templo de la Sagrada Familia, cerrando la cripta con acertadas modificaciones
del plan primitivo y abandonándolo completamente al empezar la construcción
del templo. Su obra maestra es este templo de tres fachadas que dejó inconcluso
y en el cual trabajó lo gótico con arcos parabólicos, curvas caprichosas y unas
naves de arquitectura indeterminada. Las torres de la fachada principal están
hechas en mosaico brillante que se ilumina con la luz del sol. Pocas obras arquitectónicas
cuentan con una estructura tan exuberante y atrevida.
Fue un genio de la arquitectura surrealista, perteneciente al movimiento neobarroco.
Sus producciones son de una originalidad incomparable; en ellas combina el neogótico
con el barroco, llevándolo al surrealismo. Nunca buscó el éxito y la fortuna
en la cantidad, sino que prefirió siempre la calidad de una labor eminentemente
personal. Gracias a la profesión de sus padres, dio a su obra una mayor calidad
en los detalles. Todo en su obra, desde el proyecto hasta el último detalle
de cerrajería, cerámica o mobiliario, ha pasado por su mano.
Desde sus obras iniciales, más bien eclécticas, pasó a otras de una clara influencia
mudéjar como la Finca Güell en Barcelona. El impacto
que produjo el arte hispano-musulmán en Gaudí es uno
de los fenómenos más curiosos en la evolución de este arquitecto, que siempre
se ha considerado vinculado al arte gótico, del que poco a poco se fue separando
hasta lograr un estilo cada vez más personal dentro del modernismo y del expresionismo.
Alcanzó rango de artista universal, sobre todo después de la Exposición de sus
obras en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Murió trágicamente atropellado por un tranvía, a los setenta y cuatro años.