El mester de clerecía

El mester de clerecía

Género culto de la poesía medieval española (siglos XIII-XIV) desarrollado fundamentalmente, aunque no de forma exclusiva, por clérigos. "Clerecía" tiene en este contexto la significación de persona letrada, cultivada y consciente de su responsabilidad cultural y social. La estrofa en que se escribe, llamada cuaderna vía, tiene cuatro versos de catorce sílabas cada uno con rima consonante. Tuvo paralelos en la poesía que se cultivaba en latín, francés e italiano. Las obras del mester de clerecía se diferencian de la épica y de la poesía popular juglaresca. En los textos del mester de clerecía se manifiesta una conciencia de autoría, así como una utilización y elaboración de fuentes anteriores, sobre todo latinas y francesas, refundidas a través de la retórica y las artes poéticas cultas. El equilibrio entre la enseñanza y el entretenimiento es otro de los objetivos del género.

A continuación, un fragmento del Libro de buen amor (ca. 1330), del Arcipreste de Hita, típico ejemplo del mester de clerecía.

 

Manuscrito original

Aquí dise de cómo segund natura los omes e las otras animalias quieren aver compañía con las fembras.

Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenençia; la otra era
por aver juntamiento con fembra plasentera.

Si lo dixiese de mío, sería de culpar;
díselo grand filósofo, non só yo de rebtar;
de lo que dise el sabio non debemos dubdar,
que por obra se prueba el sabio e su fablar.

Que dis' verdat el sabio claramente se prueba
omes, aves, animalias, toda bestia de cueva
quieren, segund natura, compaña siempre nueva;
et quanto más el omen que a toda cosa se mueva.

Digo muy más del omen, que de toda criatura:
todos a tiempo çierto se juntan con natura,
el omen de mal seso todo tiempo sin mesura
cada que puede quiere faser esta locura.

El fuego siempre quiere estar en la senisa,
como quier' que más arde, quanto más se atisa,
el omen quando peca, bien ve que deslisa,
mas non se parte ende, ca natura lo entisa.

Et yo como soy omen como otro pecador,
ove de las mugeres a veses grand amor;
probar omen las cosas non es por ende peor,
e saber bien, e mal, e usar lo mejor(12).

Versión modernizada

Aquí habla de cómo, según naturaleza, los hombres y los otros animales quieren tener compañía con las hembras.

Como dice Aristóteles--y es cosa verdadera--,
el hombre por dos cosas trabaja: la primera,
por tener mantenencia; y la otra cosa era
por poderse juntar con hembra placentera.

Si lo dijese yo, podríaseme culpar;
dícelo gran filósofo, no se me ha de acusar;
de lo que dice el sabio no debemos dudar,
pues por obra se prueba el sabio y aun su hablar.

Si verdad dice el sabio claramente se prueba:
hombres, aves y bestias, todo animal de cueva,
quieren, según natura, compañía siempre nueva,
y mucho más el hombre que nada que se mueva.

Mucho más digo el hombre que cualquier criatura;
todas en tiempo cierto se juntan, por natura;
el hombre en todo tiempo, sin seso y sin mesura,
siempre que puede, quiere hacer esta locura.

El fuego siempre quiere estar en la ceniza,
porque más arde siempre cuanto más se le atiza;
el hombre cuando peca bien ve que se desliza,
mas del mal no se aparta, pues natura lo atiza.

Y yo, porque soy hombre, como otro, pecador,
tuve de las mujeres, a veces, gran amor;
probar hombre las cosas no es portarse peor:
saber el bien y el mal, y escoger lo mejor.